Vida y Style habla de como en Can Lluc redecoramos el restaurante para sorprender a nuestros huéspedes con un espacio re-imaginado.
- El agroturismo afronta 2020 con la redecoración de su restaurante con una atmósfera más íntima, acogedora y con un toque rústico ibicenco.
- Marta Farré y Pepe Costa, del estudio Farré & Costa Interiors, han sido los artífices de la remodelación del restaurante de Can Lluc.
- El hotel inaugura una zona multiusos, un espacio diáfano, de arquitectura payesa, con una decoración sobria y de líneas simples.
Ibiza, enero de 2020.- Can Lluc Boutique Country Hotel & Villas comienza 2020 con aires renovados. El agroturismo ibicenco ha remodelado su restaurante, que toma como base alimentos naturales y de proximidad, con un estilo fresco y mediterráneo.
Marta Farré y Pepe Costa, del estudio Farré & Costa Interiors, han sido los artífices de esta renovación y han sabido captar la idea propuesta por Tina Soriano y Lucas Prats, el matrimonio fundador y propietario de Can Lluc.
Así, según los interioristas, la intervención de este proyecto fue la de otorgarle al restaurante una atmósfera más íntima, acogedora y con un toque rústico ibicenco, acorde a la arquitectura del hotel haciendo así que todo esté conectado por un hilo conceptual y estético.
Las paredes de mampostería ibicenca dentro del espacio fueron punto de partida para la elección de mobiliario y decoración. Para ello se usaron muebles de estilo rústico y provenzal, mayoritariamente de maderas tratadas en combinación con elementos de hierro forjado y textiles de lino y algodón. De esta manera, se han empleado tejidos naturales de Ganzedo y mobiliario de Maisons du Monde, Kare design y Mr.Wils. Las marcas ibicencas han tenido gran protagonismo, algo que puede comprobarse en los cojines y pufs de Calma House, la iluminación de La Brasa de S’Oliver y CB Electric o las alfombras de Junco y mimbre. Además, se han empleado infinidad de objetos decorativos provenientes de la finca sobre la que se asienta Can Lluc, con más de 300 años de antigüedad, como herramientas antiguas del abuelo de Lucas Prats (encontradas en un almacén de la vieja casa) o ventanas de la antigua casa, reutilizadas como si fueran cuadros, así como aperos de labranza antiguos.
Una gama cromática centrada en tonos tierra, verdes y naturales, así como la contribución de estos enseres y utensilios antiguos como herramientas y decoraciones de la época son el broche final para interpretar el campo ibicenco dentro del restaurante de Can Lluc y enfatizar el carácter de la isla.
Pero además del restaurante, Can Lluc también inaugura una nueva zona multiusos para sus clientes, un espacio diáfano, de arquitectura payesa, con una decoración sobria y de líneas simples, pero muy elegante y funcional, muy en la línea de la decoración del restaurante.