Los aromas acuáticos, delicados y perfilados de L’Eau d’Issey Miyake se funden con Can Lluc un oasis natural conectado con el agua.
En el agroturismo se mezcla esa naturaleza que tanto le gusta a Issey Miyake, la actual fuente de inspiración de la mayoría de sus fragancias.
Su arquitectura mantiene la esencia ibicenca. Los techos de madera, muros de piedra, mobiliario familiar… hacen que el hotel respire al ritmo de la naturaleza que lo rodea.
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